Hace unos días empecé a meditar, había oído que te ayuda a sentirte mejor. Empecé muy enserio, un rato por la mañana, con mi piti y mi vasito de leche, otro por la tarde sentadita tomando el sol en mi terraza con una coca cola y por ultimo tumbada en la cama justo antes de ir a dormir. Todo eso el mismo día.
Dado que en esos temas no tengo ni idea y básicamente soy lo que se suele decir un saco de nervios, esas primeras experiencias resultaron ser un completo desastre, sobre todo la nocturna. Lejos de alejarme de las preocupaciones, lo que hice fue dar vueltas a los pequeños problemas, convirtiéndolos en grandes. La parte positiva fue descubrir que no había cerrado algunos capítulos que yo ya daba por terminados. De eso ya me dí cuenta al día siguiente porque no solo me monté una película, me la creí y encima me dediqué a ir pidiendo cuentas a terceros. En definitiva aquello me sentó fatal.
Si bien es cierto que de todos los defectos que tengo el peor es mi impulsividad, esta trae consigo probablemente la parte que más me gusta de mi. Solo después de haber sido impulsiva soy capaz de recapacitar, de ver cual es el origen del problema y si es necesario pedir una disculpa. No voy a decir que esto sea correcto, ni maduro, ni que lo tenga que consentir nadie. Siempre he dicho que para aguantarme hay que quererme mucho. El caso es que después de vivir mi gran película, pensé. Me dí cuenta que aquello no era meditar y empecé a documentarme de como se hacia eso.
Mi primer recurso fue Internet, allí encontré grandes consejos. Por último se lo conté a mis amigas, Mónica me hablo de la importancia de la respiración y Eli me recomendó ponerme música que me aportara tranquilidad. Esto ultimo es aquello que tenia más claro, escuchar música que me aporta tranquilidad, "The Beatles".
Jamás me he escondido de lo mucho que me gustan The Beatles, pero los que me conoceis pocas veces me habréis visto compartir esa música, en especial una canción que solo la compartí una vez en las redes sociales y poco después me arrepentí. Esa canción es "Let it be". La traducción es "Déjalo estar".
Así aprendí yo a meditar, periodos cortos de tiempo, respirando correctamente y con evadiendo mi mente en un... déjalo estar.
No podía ser otra canción, tampoco fue casualidad encontrar esa canción, creo que ella me encontró a mi hace casi veinte años. Sin saber lo que significaba la escuchaba una y otra vez en un radio cassette rojo que tenía en mi habitación. Casualidades, la cinta me la gravo la misma Eli que me recomendó la música para la meditación y la letra la saque tiempo después de un libro que me encontré en la biblioteca.
Para la mayoría de los mortales solo se trata de una canción bonita, para otros incluso se trate de una canción demasiado lenta. Después de grabarla "The Beatles" se separaron. Francamente los que piensen los demás me da igual, a mi me importa lo que a me hace sentir. Es una canción que me consuela cuando me siento sola o cuando suceden cosas que no entiendo. Me recuerda que hay cosas que tienes que dejarlas pasar, porque no dependen de ti o que se escapan a tu razón y preocuparte por ellas tampoco harán que cambien. Me permite poder llorar sin sentir pena, si no desahogo.
Cuando empecé a oír ese "Let it be" no entendía el mensaje, han sido las ostias del camino las que me enseñaron la importancia de dejarlo estar.
La pregunta seria ¿Que tiene que ver un "dejalo estar" con la meditación? Pude que nada o todo, Meditar para mi era dar vueltas al sin sentido. Necesite recordar un "dejalo estar" para ver que se trataba precisamete de eso un sin sentido que me alejaba de mi objetivo, que era todo lo contrario, era encontrar sentido al resto.
Parece lógico aquello que no depende de ti déjalo estar, pues por muy lógico que parezca hay veces que nos empeñamos en buscar una explicación o una solución. Y es que la teoría siempre ha sido fácil. La práctica es la que te enseña que dejar estar, no es perder la batalla, es aprender de vida. Yo hace veinte años que conozco la teoría y los mismos que la intento poner en práctica.