Si alguna vez habías leído mi blog, nada de lo que expresare hoy tiene que ver con publicaciones anteriores y posiblemente nada de lo que escriba hoy tenga que ver con nada de las futuras. Hoy sera distinto, en realidad hace un año que todo es distinto y necesito hacer un alto en el camino.
Nunca he tenido reparos en hablar de sentimientos o vivencias mías porque siempre he pensado que en esta vida no tengo nada de que esconderme. La importancia se la dan los otros, yo simplemente me dedico a ir tirando que no es poco.
Nunca he tenido reparos en hablar de sentimientos o vivencias mías porque siempre he pensado que en esta vida no tengo nada de que esconderme. La importancia se la dan los otros, yo simplemente me dedico a ir tirando que no es poco.
El caso es que hay algo de lo que no puedo hablar porque no me siento digna a hacerlo, los que estaban conmigo hace un año sabrán a que me refiero. Hace un año perdí a alguien muy importante y muy joven que lucho lo inimaginable contra una enfermedad llamada cancer.
No me siento digna a hablar de dolor, ni sentir rabia porque yo estoy aquí quejandome de tonterías, mientras él, no ha tendido la oportunidad de vivirlas; como tampoco me siento digna ante una madre que lucho con su hijo hasta el ultimo suspiro, que puedes decir ante personas tan increíbles.
Una vez escribí sobre una deuda que tengo pendiente esa deuda es única y exclusivamente con él, no puedo quejarme, no puedo tirar la toalla, deprimirme o decir que nada valió la pena, no soy digna de hacerlo, tengo esa oportunidad que el no ha tenido y la tengo sin tener que luchar y sin conocer el miedo.
Erróneamente me he pasado un año intentando vivir deprisa, como si así, no me diera tiempo a pensar, sintiéndome cada vez mas indigna de poder hablar de él.
Ha llegado el día que hable de él, jamás le dije lo que le quería porque creía que se suponía que lo sabía, le quería y le sigo queriendo, nuca le dije que era una de las personas más inteligentes que conocía y me sentía muy orgullosa de él. Me enseño el significado de la palabra valentía. Este es mi tributo a aquel que un día cuando las cosas iban mal cambio su apellido por Contento.
Me ha costado un año entenderlo, no consistía en vivir deprisa, consistía en vivir el momento, es algo que todos decimos que hacemos pero rara vez lo ponemos en práctica.
Yo no puedo hacer otra cosa que prometer a mi pequeño que no volveré a fallarle, soy víctima de su ausencia, soy discípula de su legado.
Me ha costado un año entenderlo, no consistía en vivir deprisa, consistía en vivir el momento, es algo que todos decimos que hacemos pero rara vez lo ponemos en práctica.
Yo no puedo hacer otra cosa que prometer a mi pequeño que no volveré a fallarle, soy víctima de su ausencia, soy discípula de su legado.
Shakespeare dijo: "El último enemigo a batir es la muerte".
ResponderEliminarAsume que tus días son limitados, que tu tiempo es finito y que dentro de 1000 años no seremos mas que polvo arrastrado por el viento en la desnuda tierra.
Intenta ser feliz, no es una meta, esta en el camino y puedes empezar a disfrutarlo en este momento hasta el fin de tus días.
Si sacaste algo bueno de Contento, como la valentía, hazlo tuyo y enséñaselo a todos. Así quizá su nombre desaparezca, pero mientras viva lo que te enseñó,una parte de él nunca morirá.