No sé que me pasa ultimamente, desde hace cosa de un mes y medio están reapareciendo personas en mi vida que por distintos motivos habían salido de ella.
Hoy ha sido cuando realmente he tomado conciencia de ello, la persona que he visto me ha dejado totalmente bloqueada, casi sin darme cuenta estaba lagrimeneando en medio del supermercado. Me he encontrado con alguien a quien apreciaba mucho y por algo que le sucedió a ella, de lo cual yo no tenía culpa alguna, decidió romper con todo aquello que le recordaba a aquello que le había hecho daño, en todo aquello me incluyo a mi. Cosa que respeto, en parte entiendo, pero no comparto.
Hemos iniciado una de esas conversaciones incomodas en las que no sabes que contar y en realidad se lo quieres contar todo, pero era tal su incomodidad que no me atreví a decirle lo mucho que le eché de menos. En su día lo hice pero no me escucho, pensé que necesitaba tiempo y después me acostumbré. Con lo único que me quedo son con los buenos recuerdos que me dejó, lo mucho que me ayudó cuando más lo necesitaba y lo guapa, feliz y estupenda que la he visto hoy.
Lo sorprendente es que hace un mes y medio que son muchos los reencuentros que he tenido, casuales y premeditados, directos e indirectos y para nada hablo de reencuentros en el terreno sentimental, eso son otras historias, hablo de personas que se han ido a vivir fuera, personas con las que decidí poner distancia, personas que decidieron ponerla conmigo o con personas con las que simplemente deje de coincidir. El caso es que hoy me dado cuenta que no puede ser tanta la casualidad.
Lo primero que he pensado es que algo va a pasar, esto de cerrar tantos asuntos pendientes algo tiene que traer, o me muero o la vida me va a pegar un cambio muy bestia. Yo misma he llegado a la conclusión que se trara de lo segundo, mi base cientifica es que ultimamente he tenido unos sueños geniales, incluso he buscado el significado en Internet y me anunciaban buena fortuna. Es de risa, lo sé, soy conciente de mi locura pero que voy a hacer si mi cabeza se ha dispara. He pensado en todo aquello que tengo a medias y en empezar hacer llamadas. Por aquello de ir adelantando acontecimientos, por suerte esta enajenación suele durar poco y al razonarlo lo he visto todo de otra manera.
El caso es que todos esos reencuentros me han despertado muchisimos sentimientos. Indiferencia, pena, nostalgia, alegría, perdón, respeto. Todos son sentimientos ordenados y razonados que en su momento no supe catalogar. Con todo esto he aprendido que aquello que decía mi madre era verdad, el tiempo todo lo pone en su sitio. Para alguien tan visceral, impulsiva e impaciente como soy yo, llegar a esta conclusión parece increíble. Me pregunto si me estaré haciendo mayor. Yo creo que no, solo un poco mejor. He de reconocer que al cerrar un capitulo, una se queda realmente tranquila.