Envidio a aquella gente que es capaz de dormir toda una noche de lo que vulgarmente se conoce como " dormir del tirón". Puedo recordar alguna situación límite en la que he sido capaz de dormir sin despertarme ni una sola vez, vamos recuerdo una concretamente que no me desperté ni cuando sonó el despertador, llegue a trabajar a las doce de la mañana. Claro que eso fue en una ocasión y por un caso excepcional.
A lo que sí estoy acostumbrada es a despertarme una o dos veces cada noche, ahora, ya lo llevo bien. Los primeros años de mi vida fueron duros, para mi madre más, pasó de los llantos de un precioso bebe, a los gritos de una niña repelente diciendo "Mamaaaaaaa, tengo sed". La pobre, con lo que a ella le gusta dormir, me lo consintió unos cuatro años, hasta que un día me dijo "te dejé el vaso en la mesita, no me molestes más".
En esa época empecé a darme cuenta que no se trataba de sed, simplemente me había despertado y no me podía volver a dormir. Recuerdo un día que fui a la cama de mi madre llorando diciéndole que se me había olvidado dormir.
Y es que llega un punto en el que asumes que no te vas a dormir porque a ti te de la gana, ni porque al día siguiente tengas que madrugar, da igual que estés cansada o vayas relajada, eso no depende de ti, te quedas en la cama dando vueltas esperando que te vuelva a visitar el sueño, mientras tu cabeza se dedica a pensar.
Pensar... pensar es malo, muy malo, bueno aclaremos el contexto, es malo a las tres de la mañana, cuando todo el mundo esta durmiendo y solo te acompaña el silencio.
En esos momentos en los que físicamente estas reventada, la oscuridad de la noche solo trae con ella pensamientos negativos. Empiezas repasando tu día. Todos los días pasan cosas buenas y malas, recordemos que seguimos estando en mitad de la noche, en esos momentos no sé porque, solo te acuerdas de las malas y después vienen de los porqués. Seamos sinceros, no hay respuestas para todo, pero de noche, como tampoco tienes nada mejor que hacer, las buscas, a veces las encuentras y si no te las inventas.
Hay otras noches que te da por filosear, piensas en la vida, en la muerte; otras te montas películas o indagas en secretos de la gente.
Este tipo de cavilaciones no siempre me hicieron bien, si bien es cierto que cuando sale el sol muchas veces los malos pensamientos se disipan, muchas otras esa negatividad queda impregnada el resto del día.
Como ya me conozco, cuando veo que la mente se me dispara, me levanto de la cama y me pongo el televisor, a veces leo libros o escribo y si es tan tarde que se puede decir que es temprano he llegado incluso a ponerme a limpiar la casa.
Estoy describiendo el caso más extremo, tampoco es justo, la noche tiene cosas buenas y malas, como también la tiene el día. De noche me nace la inspiración, de noche me acuerdo de las personas a las que quiero, de los que están y de los que se fueron. Es ese momento en el que paras toda esa actividad frenética que tienes durante el día y te encuentras contigo misma.
Si bien es cierto que descansar es necesario y posiblemente sea esa mi gran queja, el insomnio no me deja descansar, es igualmente necesario escucharte. Hay personas que van por la vida sin preguntarse nada. Respetable, cómodo pero insustancial.
De mis noches de insomnio y sus grandes cavilaciones han salido las decisiones más importantes de mi vida, que solo la luz del día me han dado la serenidad o la fuerza para llevarlas a cabo.
Al final me doy cuenta que solo depende de mi adaptarme a las circunstancias, podéis preguntaros porque no tomo nada para remediar mi problema, a veces lo hago, solo cuando veo que la situación se me va de las manos, noches enteras sin dormir o cansancio extremo. El caso es que me he acostumbrado a mis despertares. Ya forman parte de mi, puede que ellos me enseñaran a escucharme, ordenar mis ideas y poder plasmarlas en este blog.
Dicen que cuando no puedes contra el enemigo, la mejor opción en unirte a el. Puedo extraer la conclusión que todo lo malo tiene su parte buena, solo depende de una encontrarla. Puede que mis ojeras hoy no queden del todo disimuladas con el maquillaje y esta noche tenga que recurrir a la valeriana, pero de mi despertar de anoche nació este post.