Hay poca gente que sea tan iluminada como yo, este medio día 400ºC a la sombra, he ido a la lavandería a limpiar el nórdico y la manta, tan necesarios estas ultimas noches.
En el interior del local eramos tres personas adultas haciendo nuestra colada, dos hombres uno de ellos de unos treinta y pico con sus dos niñas, luego otro de unos cuarenta y muchos y yo. En estas que ha llegado un matrimonio ya mayor, aparentemente eran turistas pero tenían dos bolsas llenas de ropa sucia.
Al igual que en los aeropuertos siempre me paran a mi para hacerme registros y controles. Todos los desconocidos en apuros que me encuentro siempre me eligen a mi para que les ayude. He llegado a la conclusión que tengo cara de buena persona, no sera casualidad. Al final les he ayudado a poner la lavadora, después la secadora y he terminado por llevarlos en coche hasta el Hotel, porque me ha dado pena mandarlos andando con la tremenda calor que hacia porque tampoco se aclaraba mucho el hombre con el mapa. Los otros dos capullos, por llamarlos de alguna manera, que estaban en la lavandería, me oían hablar en Ingles y se partían de la risa, pero ninguno de los dos se ofreció en ayudar al matrimonio Canadiense.
Cuando vivía en Palleja las viejas me mandaban a tirarles la basura y yo lo hacia, cuando vivía en casa de mis padres muchos días de lluvia compraba el pan de las vecinas ya mayores, que ya me esperaban en el portal porque tenían miedo a caer con el suelo mojado. Estas ultimas no eran desconocidas. Vamos que me esperaban en el portal a la 1 del medio día cuando volvía de recoger a mi hermana. O lo que me paso hace poco al salir del metro, una señora mayor me paro y dio dinero para que le comprara caramelos en la panadería porque estaba ella iba con el carrito y le representaba mucha fatiga llegar allí. Evidentemente fui.
Al igual que en los aeropuertos siempre me paran a mi para hacerme registros y controles. Todos los desconocidos en apuros que me encuentro siempre me eligen a mi para que les ayude. He llegado a la conclusión que tengo cara de buena persona, no sera casualidad. Al final les he ayudado a poner la lavadora, después la secadora y he terminado por llevarlos en coche hasta el Hotel, porque me ha dado pena mandarlos andando con la tremenda calor que hacia porque tampoco se aclaraba mucho el hombre con el mapa. Los otros dos capullos, por llamarlos de alguna manera, que estaban en la lavandería, me oían hablar en Ingles y se partían de la risa, pero ninguno de los dos se ofreció en ayudar al matrimonio Canadiense.
Cuando vivía en Palleja las viejas me mandaban a tirarles la basura y yo lo hacia, cuando vivía en casa de mis padres muchos días de lluvia compraba el pan de las vecinas ya mayores, que ya me esperaban en el portal porque tenían miedo a caer con el suelo mojado. Estas ultimas no eran desconocidas. Vamos que me esperaban en el portal a la 1 del medio día cuando volvía de recoger a mi hermana. O lo que me paso hace poco al salir del metro, una señora mayor me paro y dio dinero para que le comprara caramelos en la panadería porque estaba ella iba con el carrito y le representaba mucha fatiga llegar allí. Evidentemente fui.
Estas vacaciones he estado en Australia y una de las cosas que más me sorprendió fue que cuando los australianos te veían con un mapa en mano, se paraban ellos a preguntarte si podían ayudarte, lo mismito que en barcelona, que como un turista se pare, le roban la cartera.
Puede que los catalanes no seamos un ejemplo de hospitalidad pero cualquiera se fía hoy en día.
Yo me pregunto si es ser buena persona o ser gilipollas, muchas veces el límite es tan delgado. Es probable que en otra época la gente fuese más hospitalaria y solidaria, pero las ciudades crecen, también se endurecen.
Hoy tampoco puedes ir ofreciendo tu casa al primero que te encuentras, muchas veces incluso te lo piensas antes de dar la cara por alguien que después te deja en mal lugar, pero eso lo aprendes con los años y las decepciones, cuando has tenido la sensación demasiadas veces que pasaste de ser buena a ser muy gilipollas.
Hay una palabra muy mía, "pavica", siempre me he descrito así, me han tomado tantas veces el pelo... de pequeña siempre salia llorando, ahora las decepciones, con el paso de los años, las tomas con más deportividad, tampoco confías tanto, te lo piensas antes de dar y es una pena.
Hay una cosa que eso si tengo muy clara, jamás me arrepiento de haber sido generosa, solidaria o de ofrecerme a prestar mi ayuda, yo soy así a quien quiero engañar, me han tomado muchas veces el pelo pero son muchas más las veces que me he encontrado con buena gente.
Podía haber pasado del matrimonio canadiense, total tampoco entendía una mierda lo que me decían, al final no es cuestión de ser buena o mala persona, es cuestión de humanidad, no siempre podemos solos, muchas veces necesitamos ayuda y no siempre estan ahí los tuyos para echarte una mano, aprender a confiar es mucho más difícil que dar. Con lo que no creo que tenga cara de buena persona porque hay veces que no lo soy, solo creo que tengo cara de confianza y todos necesitamos confiar de vez en cuando.
Yo me pregunto si es ser buena persona o ser gilipollas, muchas veces el límite es tan delgado. Es probable que en otra época la gente fuese más hospitalaria y solidaria, pero las ciudades crecen, también se endurecen.
Hoy tampoco puedes ir ofreciendo tu casa al primero que te encuentras, muchas veces incluso te lo piensas antes de dar la cara por alguien que después te deja en mal lugar, pero eso lo aprendes con los años y las decepciones, cuando has tenido la sensación demasiadas veces que pasaste de ser buena a ser muy gilipollas.
Hay una palabra muy mía, "pavica", siempre me he descrito así, me han tomado tantas veces el pelo... de pequeña siempre salia llorando, ahora las decepciones, con el paso de los años, las tomas con más deportividad, tampoco confías tanto, te lo piensas antes de dar y es una pena.
Hay una cosa que eso si tengo muy clara, jamás me arrepiento de haber sido generosa, solidaria o de ofrecerme a prestar mi ayuda, yo soy así a quien quiero engañar, me han tomado muchas veces el pelo pero son muchas más las veces que me he encontrado con buena gente.
Podía haber pasado del matrimonio canadiense, total tampoco entendía una mierda lo que me decían, al final no es cuestión de ser buena o mala persona, es cuestión de humanidad, no siempre podemos solos, muchas veces necesitamos ayuda y no siempre estan ahí los tuyos para echarte una mano, aprender a confiar es mucho más difícil que dar. Con lo que no creo que tenga cara de buena persona porque hay veces que no lo soy, solo creo que tengo cara de confianza y todos necesitamos confiar de vez en cuando.
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